La Comissió Catalana d’Acció pel Refugi entrevista a la Diana Damián, de FOCA (México), en el marco de un contexto donde cada vez más mujeres tienen que huir de sus hogares y países para buscar refugio. Y es que la falta de vías legales y seguras de acceso a Europa pone en especial riesgo a las mujeres y las menores de edad refugiadas, dado que por su género están más expuestas a sufrir violencia y abusos durante el tráfico hacia los “supuestos” territorios seguros.
Desde el CCAR, se reivindica la necesidad de establecer nuevas políticas de acompañamiento en el proceso de asilo a las mujeres refugiadas que permita el goce de sus derechos y el logro de una autonomía plena. Es por eso que han querido escuchar y poner en valor el conocimiento de Diana Damián como fundadora y directora general de FOCA, entidad impulsora del proyecto ‘Acogidas Feministas’, con Almena Cooperativa Feminista (Cataluña) y también las compañeras de Creación Positiva (Cataluña) y APROSUVI (Guatemala).
“El relato de la migración está masculinizado. Cuando un hombre migra se dice que lo hace en calidad de proveedor de familia, mientras que cuando una mujer migra se considera que es irresponsable o, incluso, mala madre”, explica Damián en cuanto a las diferentes variables y contextos que engloban las migraciones desde el género.
Las migraciones forzadas son estructurales. Las mujeres migran escapando de un contexto de violencia en sus territorios de origen. “Sus cuerpos y sus caras son el espejo de aquello que está sucediendo en sus países”, concluye la Diana dejando claro que los procesos migratorios ninguna vez están más feminizados.
¿Empezamos a aplicar la mirada feminista?
