Denunciamos las graves vulneraciones de derechos humanos a raíz de la investidura de Donald Trump como 47.º presidente de los Estados Unidos. La aplicación inmediata de ocho órdenes ejecutivas, así como la derogación de 78 decretos aprobados en el mandato anterior, representa la máxima expresión de una agenda política imperialista, racista, xenófoba y demagógica. Un claro ataque a las libertades y a los derechos humanos a partir de un relato de extrema derecha cargado de fake news.
En concreto, las organizaciones que formamos parte de ‘Acogidas Feministas’ manifestamos nuestra enorme preocupación por la «emergencia nacional» declarada por Trump, quien ha decretado el cierre de la frontera con México, así como la desactivación de la aplicación CBP One, utilizada para procesar la llegada de personas migrantes y la tramitación de solicitudes de asilo. De esta manera, desde hace unas horas ya no es posible tramitar visados y todas las citas previstas para estos días han sido anuladas.
Esta medida afecta directamente a la vida de las personas migrantes en movilidad. Deja a familias enteras en una situación de dolor, desamparo e incertidumbre al poner fin a la herramienta que, desde 2020, permitía el acceso legal a Estados Unidos. De esta manera, las zonas fronterizas se están llenando de personas en movilidad que sí que habían cumplido con el requisito legal para ingresar a EEUU de manera normativa y que, ahora, se encuentran en un escenario de cero garantías sin seguridad ni protección internacional.
También denunciamos las «deportaciones masivas» que, probablemente, sucederán en los próximos meses como consecuencia de esta serie de medidas anti humanitarias que, sabemos, no han hecho más que empezar.
Pensamos en las familias que llevaban meses en Ciudad de México, procedentes de distintos países del Sur Global, esperando el análisis de su solicitud de asilo. Pensamos en todas las mujeres, así como sus hijas e hijos, atendidas en las Casas de Día de Formación y Capacitación (FOCA) en Chiapas (México), quienes ahora tienen que despedirse, de manera forzada, de un cruce organizado y seguro para una vida mejor. Y pensamos en quienes, desde Estados Unidos, esperaban la llegada de sus familiares en los próximos días mientras que, ahora, se quedan atrapados en un limbo del que ninguna autoridad se hará responsable.
Nos preocupa especialmente la vida de mujeres e infancias, quienes, durante los tránsitos migratorios, ven afectados sus derechos sexuales y reproductivos, así como su derecho a una vida libre de violencias machistas. Es por ello que se hace imprescindible buscar respuestas articuladas para garantizar la protección, la atención y el respeto de los derechos de las mujeres, adolescentes, infancias y sus familias. Deseamos que se coordinen los esfuerzos necesarios para la protección de los derechos humanos de todas las personas en tránsito, con especial énfasis en la vida de mujeres e infancias, ante las peligrosas políticas migratorias que se avecinan con la administración de un Donald Trump más reforzado que nunca por culpa de un nido virtual de odio y desinformación que, sin duda, le ha hecho la campaña.