“Las mujeres migradas no somos una moda”

El pasado viernes 7 de julio se celebró el webinar ‘Mirada feminista en los procesos migratorios: un desafío urgente’. Un encuentro en línea que, en el marco del proyecto ‘Acogidas Feministas – Transformamos juntas’, tenía la intención de poner sobre la mesa temas tan trascendentales como las políticas migratorias europeas y el control de fronteras desde una mirada feminista interseccional.

El encuentro, organizada por Almena Cooperativa Feminista, con Creación Positiva y Formación y Capacitación (FOCA A.C.), contó con la participación de entidades y ponentes de renombre como Gemma Pinyol de Instrategies, Celia Serrano de Alianza por la Solidaridad y Francisca Rodríguez de FOCA A.C. Junto con Norma Véliz de Mujeres Unidas Entre Tierras, Isabella Antognozzi de la Asociación Sembrar, Mercè Amor de Diàlegs de Dona y Lorena Álvarez de Mujeres Pa’lante.

Se contó también con la  apertura institucional por parte de la Sra. Mireia Mata i Solsona, secretaria de Igualdades del Departamento de Igualdad y Feminismos de la Generalitat de Cataluña y el director de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo, Vicenç Margalef Parellada. «Hace dos años nos miraban con sorpresa cuando decíamos que la migración necesitaba una mirada feminista», decía de inicio la Sra. Mata enfatizando el valor de este encuentro.

Las declaraciones de Gemma Pinyol en cuanto a las políticas migratorias europeas fueron claras y directas: «Hay historias de vida que importan más que otras». Sin duda, quedó patente que nos encontramos en una situación de deriva y de retroceso relevante. «Hemos cruzado de manera natural muchas líneas rojas porque la población europea quiere protegerse del miedo que les genera la migración».

En la misma línea, Celia Serrano introdujo el concepto de violencia institucional exponiendo las diferentes barreras invisibles a las cuales las mujeres migrantes tienen que hacer frente por culpa de la Ley de Extranjería. «La lucha de las mujeres migrantes es una lucha comunitaria que tiene voz propia y defiende su dignidad«.

A 9.425 km, Francisca Rodríguez de FOCA A.C. nos explicaba la situación actual en la frontera México – Guatemala. «El flujo migratorio de México en Guatemala ha aumentado y la situación en el corredor central de Chiapas se ha intensificado, lo cual ha incrementado los riesgos que enfrentan las mujeres en esta ruta migratoria; y es que ser mujer y migrante representa una clara doble desigualdad».

Francisca puso énfasis en cómo las violencias suponen un riesgo para la vida, especialmente cuando se viaja con niños y niñas. «La maternidad se convierte en una vulnerabilidad adicional y la extorsión que enfrentan por parte de las autoridades es alarmante. Si pagan por corrupción, tienen una entrada más segura, pero, si no, son agredidas y sus derechos violados, llegando, incluso, a desaparecer».

La segunda parte del webinar permitió recuperar la herramienta de recomendaciones para un sistema de acogida más feminista en el territorio catalán. Las experiencias de vida de mujeres migradas en Cataluña también nos dejaron declaraciones graves y potentes. «En los servicios sociales se nos cuestiona, incluso, el número de hijas o hijos que tenemos», explicaba Norma Véliz de acuerdo con experiencias vividas.

¿Y habéis oído hablar alguna vez de Cataluña como «tierra de acogida»? «El discurso de acogida es colonialista cuando habla del concepto de integración respondiendo a las necesidades del lugar de llegada y no de la persona que llega».

El empoderamiento llegó cuando Isabella Antognozzi recordó que, cuando una mujer migra, no significa que vuelva a empezar de cero, sino que ya parte de una expertise y unas vivencias que no se pueden obviar. «Las mujeres migradas no somos una moda», apeló defendiendo el valor humano de esta lucha.

Por su parte, Mercè Amor compartió con todas las asistentes una serie de historias reales con protagonistas reales. Y todo y la dureza de sus palabras, dijo algo que muchas pensamos: «Como Diàlegs de Dona, nosotras estamos presentes en varios espacios donde cuestionamos la idea de una sociedad intercultural. ¿Dónde se encuentran estas mujeres trabajando en las instituciones? ¿En los servicios sociales? ¿En los centros de salud? ¿Dónde está la diversidad, donde están las mujeres de origen diverso?».

Finalmente, Lorena Álvarez concluyó que «se tienen que crear espacios donde no sea necesario romper con la raíz que nos mantiene conectadas con nuestro país de origen. Espacios donde haya una escucha y una cura participativa».

¿Empezamos a crearlos juntas?

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