«Articularnos para vivir con dignidad y sin violencia»

Articular-nos per a viure amb dignitat i sense violència

El pasado jueves día 17 de octubre celebramos el encuentro feminista ‘Diálogos entre territorios: voces y estrategias para la defensa de los derechos de las mujeres’. Un espacio entre organizaciones feministas, comunitarias, de mujeres migradas y personas interesadas y aliadas, aprovechando la visita de FOCA (México), con Diana Damián, y APROSUVI (Guatemala), con Carolina Gutiérrez, a Barcelona. Fueron más de 20 personas las que asistieron a este encuentro organizado en el marco del proyecto ‘Acogidas Feministas: transformamos juntas’ por Almena Cooperativa Feminista, Creación Positiva, InteRed, Espai La Tregua y REDS con el apoyo de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD).

No es la primera vez que Damián pone el foco en las especificaciones de la mujer en la migración. Y es que las rutas migratorias suponen un proceso completamente distinto cuando es una mujer, o mujeres, quienes lo hacen. Desde tomar anticonceptivas asumiendo que serás agredida sexualmente hasta prepararte para ser empujada desde ‘La Bestia’ o ‘Tren de la muerte’ porque se considera que las mujeres «traen mala suerte».

Tanto Diana como Carolina recordaron que en todo momento hablamos de «migraciones forzadas» debido a la violencia estructural, así como a la extrema pobreza, que lleva a tantas personas a una necesidad de huir para salvaguardar su vida. «El corredor migratorio Huehuetenango-Comitán, en la frontera chiapaneca entre ambos países, es uno de los más descuidados por los defensores de derechos humanos.

La amenaza más grande a la que se enfrentan las mujeres durante su travesía se deriva de los estigmas que lugareños, familiares y extraños les imponemos con nuestra mirada y trato. A pesar de todo, llenas de tenacidad y valentía, ellas ven en el trayecto hacia el norte la posibilidad de salir de la miseria y darles una mejor calidad de vida a sus familias», compartieron ambas. En otras ocasiones, las rutas se hacen desde otros tramos, conocidos como ‘pasos ciegos’, que no dejan de ser senderos no habilitados como fronteras al uso. Según una investigación del Observatorio Contra el Contrabando (OCC), «se estima que en la frontera Guatemala-México existe un aproximado de 60 pasos ciegos es decir, cruces peatonales, vehiculares y acuáticos no controlados por ninguna de las autoridades de México o Guatemala, los que se distribuyen sobre los 965 kilómetros de extensión de la frontera y de los cuales 574 km son terrestres y 389 están marcados por los Ríos Suchiate y Usumacinta».

Más allá del trabajo de sensibilización que se hace desde APROSUVI, sobre todo pensando en los y las jóvenes, así como el acompañamiento que realiza FOCA en materia de refugio y asilo y salud mental, durante el encuentro se quiso poner el foco también en las violencias que la población migrada vive en los países de destino.

En esta línea, y desde una mirada global, Damián recordó que el lucro en relación a la migración es mundial. «Articularnos es un grito a favor de los derechos humanos y del derecho a existir con dignidad y sin violencia». Y Carolina le siguió: «Desde la Red Mesoamericana de Gestoras creemos en la articulación como fuerza para hacer incidencia y mejorar la búsqueda de fondos conectando las migraciones de origen, el tránsito y destino». Gutiérrez, en este sentido, también puntualizó que la desarticulación de la movilización social, provocada por el éxodo masivo de personas, es una pérdida de fuerza para las comunidades.

También se comentó la importancia de una mirada transformadora desde las instituciones públicas. Se reiteró la denuncia social sobre las políticas migratorias, la militarización y la omisión del Estado mexicano, que continúan causando la muerte de personas migrantes y con necesidades de protección internacional. «Muestra de ello es la muerte de 6 personas y otras diez heridas como resultado del incidente causado por la persecución militar en el ejido Saltillito, en la costa de Chiapas, a inicios de octubre».

En definitiva, un encuentro clave para conocer la situación en la frontera México – Guatemala con respecto a las vulneraciones de derechos humanos y para tejer alianzas internacionales entre entidades feministas de diferentes territorios.

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